martes, 8 de marzo de 2011

El polo

Alicia De Larrocha – Albéniz: Iberia - Piano (Pub.1906) - Book 3 - 8. El Polo

Hispania, como alguna vez he dicho, fue la denominación que los fenicios dieron a la península ibérica. Pero Iberia no es cívica. Iberia son disonancias que suenan a cristales rotos, o al destello molesto e intermitente del sol en un rizo de agua.

De la misma forma que no podemos dejar de mirar a esa luz, me siento hechizado por el Polo: un cante jondo transfigurado en la "Joie de vivre".

Con todas las posibilidades que ofrece la interpretación de una obra, qué evidente es cuando los cristales rotos no son vidrios modernistas, sino celadón coreano (y pido perdón por el sin duda verdadero tópico).

Existe, (para lo bueno y para lo malo) un vínculo intransferible entre nosotros y la cultura que sin exigir nada a cambio se nos impone. Soy incapaz de decidirme entre si este hecho es bello o terrorífico.

¿Quién si no nosotros va a advertir la quintaesencia de este carácter nuestro?

¿Quién va a comprender entonces a esta Iberia nuestra de aceite y naranjas sin haber hecho demiurgo al jamón serrano?

Asimismo, parece evidente la triste imposibilidad de descubrir la verdad intrínseca pero siempre intangible de las culturas ajenas.

¿Qué cubanos vienen a contarnos cómo son los requiebros goyescos y dónde vamos nosotros ahora a tocar sus danzas?

¿Y cómo me pongo yo en la piel de unos polacos decimonónicos que reclaman libertad para su oprimida nación?

No hay comentarios:

Publicar un comentario