La verdad es que nunca creí yo que fuera a darle uso a esas amputaciones que me dejas por toda la cocina, pero hoy hasta te tengo que agradecer tus lastimosos restos de pan agrietados. No sé si he creado un monstruo o una historia de amor. En todo caso me lo he comido, pero el aguacate que no madura, que no.
Ya ves, eso te diría. Y que tenemos que limpiar, claro. Lo de todas las noches, Negri.
No hay comentarios:
Publicar un comentario